Comparto mis comentarios sobre Baljjeo, dirigida por DGGYANG y vista durante el Festival Internacional de Cine Fantástico de Bucheon (BIFAN). Evento que se llevó a cabo del 3 al 13 de julio de 2025 en Corea del Sur.

Baljjeo es el primer largometraje de DGGYANG, actor surcoreano devenido director, que sumerge al espectador en un drama familiar impregnado de elementos folclóricos y religiosos, convirtiéndolo en una excelente película de suspenso. La película, que tuvo su estreno mundial en el festival BIFAN 2025, retoma temas abordados en su primer cortometraje titulado Nuzabar —particularmente la culpa, el duelo y la redención—, pero aquí enriquece la trama con elementos del chamanismo coreano y tradiciones ocultistas.

La película tiene una trama simple, pero narrada de forma pausada y con giros argumentales muy interesantes. Una familia recibe una terrible profecía de parte de una chamana: “cuando su hija Mirim cumpla veintiséis años, se quedará ciega”. Presos del pánico, los padres de Mirim deciden realizar un ritual poco ortodoxo y moralmente cuestionable. Adoptan a un niño llamado Jinkoo, quien está destinado a cargar con la maldición de Mirim. De esta forma logran evitar el presagio original, pero a un precio terrible: Jinkoo muere en un accidente, y Mirim queda consumida por la culpa, ya que amaba en secreto a su medio hermano.
 
Años más tarde, un misterioso peregrino aparece en la casa de Mirim y le dice que tiene el poder de ser un puente entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Intrigada por esto y deseosa de redimirse, Mirim le pide que la conecte con su hermano muerto. Sin embargo, pronto descubriremos las verdaderas intenciones de este misterioso chamán.

Baljjeo es quizás el mejor ejemplo de cómo realizar una excelente película de suspenso/terror con elementos folclóricos sin recurrir a clichés ni a imágenes efectistas (como los jump scares, gore, etc.) para mantener al espectador en tensión y atrapado en la trama. La película, además, cuenta con una puesta en escena simple, pero se destaca el trabajo de fotografía, iluminación y música, que se combinan para crear una atmósfera que va construyendo lentamente una creciente tensión hasta llegar al punto cúlmine de la historia. Otro aspecto a destacar son las excelentes actuaciones de Kwon Ipsae (quien interpreta a Mirim), Jeon So-Hyun (Grandma Baek) y DGGYANG (quien interpreta al hermano de Mirim).

La película trata sobre la imposibilidad de escapar del destino, incluso a costa de un gran sacrificio. Es justamente la culpa del personaje principal, su esperanza de redención y su deseo de pedir perdón lo que termina cerrando el círculo y cumpliendo la profecía original. Otra línea de pensamiento podría ser hasta qué punto el individualismo y el deseo de salvarse —algo muy presente en los tiempos que corren— termina dañando a otros. En cierto modo, esta película recuerda a la tragedia griega clásica Edipo Rey de Sófocles, que también aborda temas como la culpa, el destino y la ceguera (literal y simbólica).

Es importante mencionar que el título de esta película, Baljjeo, hace referencia a un término coloquial chamánico relacionado con la Princesa Bari, un mito fundamental del chamanismo coreano. En esta historia, Bari es la séptima hija de un rey que, decepcionado por no haber tenido un hijo varón, decide abandonarla. La niña es criada por espíritus del bosque. Años después, el rey cae enfermo y no hay medicina que lo cure. Solo las aguas del inframundo pueden salvarlo. Bari emprende un desgarrador viaje al inframundo para obtener el agua de la vida y salvar a su padre moribundo. Finalmente, sacrifica su regreso al mundo de los vivos para cumplir su misión. Aunque este mito nunca se menciona explícitamente en la película, el director ha reconocido que la figura de la Princesa Bari fue una inspiración central.

En términos temáticos, Baljjeo se alinea con la creciente ola de películas coreanas sobre el terror espiritual. En este sentido, pueden mencionarse los largometrajes The Wailing de  Na Hong-jin (2016) y Exhuma de Jang Jae-hyun (2024). Sin embargo, a diferencia de esas producciones de mayor escala, Baljjeo se mantiene en los 60 minutos de duración, algo que se agradece mucho. También vale la pena mencionar dos cortometrajes coreanos que abordan temas similares como la culpa, el destino y la venganza, y que incorporan elementos religiosos: Forest of Echoes de Yoori Lim (2023) y Vortex de Jae-woo Jang (2024).

Con una sólida ópera prima, DGGYANG se posiciona como parte de una nueva camada de directores jóvenes que hacen un cine diferente y audaz.

Trailer:

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